lunes, 15 de octubre de 2012

Mint chocolate *ñam*

Después de varias semanas centrándome en las actualizaciones de Efemérides, he pensado que podría dejarlos disfrutar un poco más de su primer beso y posponer un poco el siguiente capítulo. Mientras os dejo con un pequeño "instante" que escribí para un art salido de las manitas de una devota amante de los chicos, gran artista y estupenda amiga, Ayame du Verseau :3

Mint Chocolate


               Lo intentó por enésima vez. La sujetó por ambos extremos y tiró con toda la fuerza de la que sus bíceps eran capaces. Nada. Otra vez había sido derrotado.
                -¡Maldita sea! –gruñó al tiempo que lanzaba la bolsa al aire y la apuntaba con su dedo índice.
                -¡Oye! ¿Pero qué pretendes? –entró en la sala justo a tiempo para atraparla al vuelo-. Chocolates rellenos de veneno no es algo que me apetezca probar.
                -¡Por todos los dioses, Camus! ¡Esa estúpida bolsa ha salido del infierno para joderme! –se dejó caer sobre el sofá resoplando.
                -Claro, Milo –concedió aguantándose una sonrisa.
                -¡Hey! ¡No te burles! –exigió-. Además… Esto es culpa tuya. ¿De dónde diantre los has sacado?
                -De la tienda del aeropuerto –respondió-. Y…, sinceramente, la mujer que me los vendió no parecía una emisaria del mal –matizó acercándose al escorpiano que seguía con el fastidio pintado en la cara-. Déjame sitio, anda –pidió palmeando una de los muslos del griego.
                Milo separó las piernas y le cedió el espacio entre ellas para que se sentara. Cuando el francés se hubo acomodado lo rodeó por la cintura y reposó la cabeza sobre su hombro. Enseguida un olor dulzón llegó hasta su nariz.
                -No me dirás cómo lo has hecho, ¿verdad? –preguntó con divertida resignación.
                -Creo que no le gustaron tus modales –bromeó.
                - Muy gracioso… -aceptó-. Pero dime… ¿Desde cuándo te gusta el chocolate? Creo que nunca te he visto comerlo. ¿Es acaso tu vicio inconfesable? –preguntó burlón.
                -No, Milo. Ese eres tú.

FIN






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